“Dale un pescado a un hombre y lo alimentarás por un día. Enséñale a un hombre a pescar y lo alimentarás para toda la vida», afirma un antiguo proverbio chino. De acuerdo a este proverbio revelador, el gobierno chino ha venido tomando medidas para erradicar la pobreza a más tardar en 2020. Aprovechando un importante desarrollo económico y sumado a ambiciosas estrategias sociales, es muy probable que China logre este objetivo.
En 2015, el mundo avanzó hacia el desarrollo sostenible mediante tres acuerdos emblemáticos: el Programa de Acción de Addis Abeba sobre la Financiación para el Desarrollo, el Acuerdo de París sobre el Cambio Climático y la Agenda 2030 de las Naciones Unidas para el Desarrollo Sostenible. Gracias a este compromiso global, se ha reconocido que la pobreza es el mayor desafío de nuestro mundo actual. En los últimos 20 años, casi mil millones de personas han sido sacadas de la extrema pobreza. A pesar de estos esfuerzos, muchas personas continúan viviendo en condiciones de extrema pobreza. Siendo que su población sobrepasa 1.300 millones de personas, China es un país clave para lograr la erradicación de la pobreza.
De hecho, actualmente China se encuentra a la vanguardia de la lucha contra la pobreza. Si nos referimos al umbral oficial chino de pobreza (el cual es un 20% superior al nivel internacional de pobreza, que es de $1.9 por día), el país redujo el nivel de pobreza en un 94% entre 1980 y 2015. Esta evolución fue impulsada, en primer lugar, por el desarrollo económico del país. Si bien la industrialización produjo un aumento en las desigualdades con respecto a los ingresos, también fomentó una profunda transición en la población laboral china. Entre 1978 y 2015, el número de personas con empleos no rurales aumentó del 29% al 70%. Asimismo, hizo posible el desarrollo del mercado y de las empresas locales, además de transformar y modernizar la agricultura tradicional.
Al mismo tiempo, el gobierno chino desarrolló estrategias locales e individuales para erradicar la pobreza en todas partes. En primer lugar, el gobierno chino distribuyó tierras cultivadas en las zonas rurales, lo cual ha permitido que todas esas personas reciban ingresos provenientes de sus tierras, a la vez que brindaba apoyo para el desarrollo agrícola. En segundo lugar, la puesta en marcha de programas universales de desarrollo social, tales como la educación obligatoria y las pensiones sociales, contribuyó al crecimiento de los ingresos de la población de escasos recursos, especialmente en las zonas rurales. Por último, los programas específicos para la reducción de la pobreza han desempeñado un papel importante. Desde los años 90, el programa dibao ha proporcionado un ingreso mínimo para las personas de escasos recursos. Este sistema se centra en las personas, elaborando planes específicos para las personas, en lugar de basarse en las zonas geográficas de pobreza, esperando que tenga un mayor impacto entre los más necesitados.
Sin embargo, aún queda mucho por hacer para lograr la erradicación de la pobreza en China. Y el último paso para lograr reducir la pobreza será el más difícil de poner en marcha. El crecimiento económico de China es menos importante ahora que en el pasado, y los efectos positivos de la industrialización ya han incidido en la población. La erradicación de la pobreza a partir de este punto no será fácil, ya que ahora se concentra en las áreas más subdesarrolladas. Por otra parte, una encuesta reciente del gobierno encontró que el 46% de la población china que vive en condiciones de pobreza tiene problemas de salud, lo que le impide trabajar.
Por lo tanto, la tasa actual de reducción de la pobreza podría conducir a ponerle fin a la pobreza extrema en China a más tardar en el año 2020. Este logro ha sido posible gracias a la puesta en marcha de estrategias ambiciosas que representan un modelo para otros países en desarrollo. No obstante, el objetivo de erradicar la pobreza en todas sus formas hacia el año 2030 está lejos de ser alcanzado. En todo el mundo, tanto en los países en desarrollo como en los desarrollados, el perfil de la pobreza está cambiando. Desde las zonas rurales hasta las urbanas, salir del umbral de pobreza extrema no significa vivir con dignidad. Por lo tanto, es necesario continuar luchando contra la pobreza en todo lugar, especialmente porque es la primera barrera para lograr el desarrollo sostenible.