Un nuevo informe elaborado por una serie de distinguidas organizaciones medioambientales sin fines de lucro, tales como Greenpeace y WWF, esclarece la interrelación entre los problemas del desarrollo global y el cambio climático.
Enfatizando la importancia de integrar metas para combatir el cambio climático dentro de la nueva agenda de desarrollo sostenible de la ONU, en el informe se hace referencia al escaso plazo de tiempo con el que se cuenta para evitar una alteración irreversible del clima y se llegó a la conclusión de que si no abordamos el cambio climático dentro de los plazos establecidos para los ODS, entonces no habrá un desarrollo sostenible en el futuro.
Lo que la ciencia del clima nos indica
Con el lanzamiento del Quinto Informe de Evaluación del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC por sus siglas in inglés), los científicos actualmente están más del 95% seguros de que la actividad humana es la responsable del rápido aumento de la temperatura global que se ha venido experimentado desde la década del 1900. El último informe del IPCC considera que, si no hay una estrategia agresiva para comenzar a recortar las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) globales de inmediato, la temperatura global superará significativamente los 2°C de calentamiento por encima de los niveles preindustriales hacia el año 2100.
Ya se están sintiendo los efectos del cambio climático, lo que contribuye al aumento de las olas de calor y sequías, las que a su vez inciden en la pobreza, los medios de subsistencia y la salud. Las proyecciones indican que éstos empeorarán dentro de los 15 años de duración de los ODS, independientemente de la magnitud de los recortes en las emisiones que se produzcan actualmente, porque ya existe un efecto de calentamiento retardado producido por las emisiones pasadas.
El impacto del cambio climático sobre la Agenda de Desarrollo Sostenible de la ONU
El nuevo Marco de Desarrollo de las Naciones Unidas post-2015, que será acordado en septiembre del 2015, incluirá un conjunto de Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). Estos objetivos ofrecen una oportunidad decisiva para asegurar que la amenaza a la reducción de la pobreza debida al cambio climático sea abordada adecuadamente. En todos los ODS se debe integrar medidas enérgicas para lograr la reducción de las emisiones y la resiliencia a los impactos del cambio climático y se debe reforzar mediante la creación de un objetivo sólido e independiente sobre el clima.
Algunos ejemplos del impacto de estas preocupaciones climáticas sobre el desarrollo incluyen:
- Por ejemplo, el aumento del nivel del mar y los eventos meteorológicos extremos más frecuentes e intensos están empeorando la pobreza en muchas regiones, destruyendo o dañando viviendas y propiedades y reduciendo el rendimiento de los cultivos;
- Tanto la pobreza rural como la urbana están empeorando debido a los impactos sobre la agricultura y en el aumento de los precios de los alimentos. Esto debilitará el progreso de los ODS sobre la pobreza y el hambre, la seguridad alimentaria y la nutrición.
- La salud también se ve afectada por el cambio climático debido al aumento de la malnutrición y los cambios en los vectores de las enfermedades.
Las respuestas políticas a estos riesgos
Si las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) globales alcanzan su punto máximo en el año 2020 y luego disminuyen abruptamente, los impactos cada vez más dañinos del cambio climático pueden ser evitados.
Las decisiones que los gobiernos tomen acerca de nuevas inversiones en energía e infraestructura durante los 15 años que duren los ODS determinarán si las emisiones se reducen lo suficientemente rápido y se contiene la amenaza del cambio climático. El IPCC afirma que si la reducción de las emisiones GEI se integra con los objetivos sociales, también puede traer muchos beneficios de cooperación para el desarrollo, como la promoción de medios de subsistencia sostenibles, la salud, la nutrición, los ecosistemas, la igualdad de género y el crecimiento económico. Un ejemplo de ello es el aumento de la inversión en el acceso universal a la energía renovable. Esto incentiva a las comunidades pobres y estimula el crecimiento inclusivo, al mismo tiempo que reduce la contaminación, crea empleos decentes y mejora la seguridad energética a nivel global.
Tanto los ODS como un convenio sobre las medidas climáticas bajo la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC), deberán ser acordados en el 2015.
A nivel nacional, un acuerdo sobre el clima entre China y los Estados Unidos, los contaminadores Nº 1 y Nº 2 de carbono del mundo, es visto como esencial para la celebración de un nuevo acuerdo global. Afortunadamente se ha generado un impulso a partir de las recientes promesas formuladas por los Estados Unidos (la reducción de emisiones de GEI en un 26% por debajo de los niveles industriales del 2005 hacia el año 2025) y China (niveles máximos de emisiones de carbono hacia el año 2030, lo que garantiza que las fuentes de energías limpias y solares y los molinos de viento representen el 20% de la producción total de energía hacia el 2030). El problema consiste en mantener ese impulso.
Conclusión
A partir de las pruebas presentadas anteriormente, tanto la agenda de desarrollo como la agenda del cambio climático actualmente son fuertemente interdependientes. Con un proceso influyendo en el otro, un conjunto de ODS que integren los objetivos y metas del cambio climático complementará las medidas climáticas acordadas en el marco de la CMNUCC. Al hacer esto se aumentará el impulso para mitigar las emisiones de gases de efecto invernadero y se adaptará al cambio climático antes del año 2020, cuando el nuevo acuerdo de la CMNUCC debe ser implementado.