Comercio de Derechos de Emisión: Enfoque de la Agenda Política Climatológica de China

shutterstock_133972502_smallEn los últimos siete años, China ha reconocido su responsabilidad como país generador del  20% de la contaminación mundial y se ha abocado a la tarea de reducir sus emisiones de  gases de efecto invernadero (GHG).

Desde la adopción de su Estrategia Nacional para el Cambio Climático  en 2007 hasta el anuncio en su duodécimo Plan Quinquenal de la necesidad de crear 7 regímenes de comercio de derechos de emisión regionales (ETS), China ha mantenido sus promesas y está aplicando con rapidez este instrumento político en todo el país.

En esta entrada del blog se compara el alcance de estos regímenes de comercio con el Régimen Europeo de Comercio de Derechos de Emisión (EU ETS), la base del instrumento principal de la Unión Europea para reducir de manera rentable las emisiones de los GHG industriales, y se ofrece una visión general del ETS como herramienta política, además de un análisis de las diferencias entre los regímenes chinos y sus equivalentes europeos.

¿Qué es la política sobre el cambio climático?shutterstock_154389434_small

La política sobre el cambio climático nació en la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Medio Ambiente y Desarrollo en 1992. A raíz de la conferencia se estableció la Convención Marco  de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (UNFCCC) y el Protocolo de Kioto.

El Protocolo de Kioto considera 6 gases de efecto invernadero ( dióxido de carbono  (CO2), metano (CH4), óxido de nitrógeno (N2O), hidrofluorocarbonos (HFCs), perfluorocarbonos (PFCs) y hexafluoruros de azufre (SF6)) e insta a los países desarrollados a contraer un compromiso jurídicamente vinculante para reducir las emisiones de GHG. En países desarrollados como EEUU, esto se traduce en un compromiso para reducir estas emisiones en un  17 por ciento respecto a los niveles de 2005 para el año 2020, para la UE esto implica el compromiso de reducir las emisiones en un 20 por ciento respecto a los niveles de 1990 para el año 2020.

El Protocolo de Kioto no obliga a los países desarrollados a reducir las emisiones de GHG, por lo tanto China no tiene ninguna obligación jurídicamente vinculante de reducir sus emisiones a nivel internacional. Dicho esto, China ha confirmado su intención de reducir las emisiones de dióxido de carbono por unidad de PIB entre un  40 y un 45 por ciento respecto a los niveles de 2005 para el año 2020. Aquí es donde el comercio de derechos de emisión,  como herramienta política, entra en juego para ayudar al país a cumplir su ambicioso objetivo.

¿Qué es un régimen de comercio de derechos de emisión?

El comercio de derechos de emisión es un enfoque acorde a la realidad del mercado para controlar la contaminación. Mediante la creación de permisos de contaminación comercializables, estos mercados  tratan de agregar el afán de lucro como incentivo para el buen rendimiento de las industrias contaminantes. A diferencia de las normativas medioambientales tradicionales, el sistema no se basa únicamente en la amenaza de multas diversas.

Los regímenes de comercio de derechos de emisión de China forman parte de un mecanismo de mercado para cumplir el objetivo de controlar las emisiones de GHG del país hasta el año 2020 con  bajo costo.

Si desea mayor información sobre el comercio de derechos de emisión, puede ver el siguiente video informativo: https://www.youtube.com/watch?v=ReOj12UAus4.

Cómo funcionan los regímenes de la UE y de China

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El régimen de comercio de derechos de emisión de la UE (EU ETS) se estableció en 2005, por lo tanto es anterior a los regímenes de China y abarca más de 10.000 entidades contaminantes de 30 Estados miembros.

Dada la diferencia de tamaño y alcance, hemos preferido exponer a continuación un análisis de las similitudes y diferencias extraído de un informe reciente de Environomist.

Algunas similitudes y diferencias de los regímenes:

–           En cuanto al porcentaje de emisiones de GHG entre países/regiones: El régimen de la UE responde a una economía avanzada que consume gran cantidad de energía y por lo tanto produce un alto nivel de emisiones: las emisiones de Alemania, Francia, Reino Unido, Italia y España representan más del 50% del total de emisiones de Europa. En un contexto comparativo de las marcadas diferencias que hay entre los objetivos de reducción de emisiones de los  estados miembros del régimen de la UE (por ejemplo, Alemania un 21% y Reino Unido un 12%), observamos que todos los objetivos de reducción de emisiones de los regímenes piloto de China están en un rango que va del 15 al 19,5 por ciento.

–          En cuanto a los tipos de gases que se consideran: El régimen europeo controla la emisión de seis tipos de gases de efecto invernadero, pero  gestiona todas las transacciones en una unidad de toneladas de CO2 equivalente. En todos los regímenes piloto nacionales, excepto en Shenzhen, sólo se controlan, se comprueban y se tratan las emisiones de CO2 en esta etapa;

–          En cuanto a normativas: Las normativas medioambientales de Europa son más estrictas y reducen la tendencia de las industrias a instalarse en otros países debido a los altos costos asociados al cumplimiento de criterios ambientales. En China las empresas  que consumen un alto nivel de energía pueden instalarse en otras provincias y ciudades para evitar la presión de los costos elevados que implica el cumplimiento de las normativas, pero esta situación se aliviará en 2015 con el comienzo del régimen de comercio de derechos de emisión (ETS) nacional;

–          En cuanto a multas: Tanto el régimen europeo (EU ETS) como los siete regímenes piloto de China recurren a las multas como primera medida para imponer su cumplimiento. El régimen europeo  (EU ETS)  impone una multa de 100 euros por unidad (138,69 dólares) cuando se excede el límite permitido. El régimen de China (ETS) impone diversas multas según la región. Algunos ejemplos son:

  • Shanghái impone multas diferentes según sea la infracción, por ejemplo, por no cumplir con la obligación de informar o por falsificar archivos, ocultar información importante o rechazar verificaciones, la multa puede ser desde 10.000 CNY  (1.629 dólares) hasta 30.000 CNY (4.886 dólares);
  • La provincia de Hubei también impone multas que triplican el precio medio de mercado de los derechos de emisión de carbono de ese año cuando las empresas no  presentan suficientes derechos de emisión.

Conclusión: ¿Un régimen de comercio de derechos de emisión nacional?

shutterstock_179942231_samllEn su primer informe de trabajo gubernamental ofrecido en calidad de Primer Ministro a la Asamblea Popular Nacional el miércoles pasado , el señor Li se refirió a los niveles récord de contaminación que China ha experimentado recientemente. Mencionó la contaminación urbana que afecta a extensas zonas de China y señaló que “la contaminación ambiental ha pasado a ser un problema muy grave [para China], y es una alarma roja de la naturaleza contra un modelo de desarrollo ciego e ineficiente”.

El problema de la contaminación atmosférica, sobre el que ya informamos en la entrada del blog de la DREFF del día Marzo 6,2014 afecta la capital del país, Pekín, tanto a nivel económico como a nivel de la salud pública. Tal como señala el Grupo Climático en un informe sobre el precio del carbono, el gobierno ha respondido hasta la fecha con un nuevo impuesto al carbono que oscila entre los 5 y los 10 yuanes (entre 80 céntimos de dólar y 1,61 dólares) por tonelada, lo que probablemente no sería incompatible con los mercados de carbono existentes. Por lo tanto, está por ver la eficiencia de esta nueva herramienta.

En cuanto a los regímenes de comercio de derechos de emisión que se exponen en el informe de Environomist, sabemos que forman parte de un plan nacional más amplio que pretende conducir al país hacia un mercado de carbono nacional en 2015. Sin embargo, como se indica en el informe del Grupo Climático, cada una de las siete regiones piloto responden a una selección inicial concebida para reflejar distintos niveles de desarrollo económico, lo que permite al gobierno observar cómo afectaría el precio del carbono las distintas regiones del país.

Incluso el régimen de comercio de derechos de emisión de la UE (EU ETS), considerado a menudo un modelo para los sistemas emergentes de límites máximos y comercio en otras regiones, tuvo que superar al principio numerosos problemas de volatilidad de precios y fraude. Es evidente que por tratarse de un país con un rápido proceso de desarrollo, China debe responsabilizarse de su cuota de emisiones de GHG a escala mundial. Sin embargo, queda por ver si un régimen nacional de comercio de derechos de emisión es la medida más eficaz para avanzar en esta dirección. Sólo el tiempo lo dirá.

Preguntas para el lector:
–          ¿Hay un régimen de comercio de derechos de emisión en su país?
–          Si la respuesta es positiva, ¿qué industrias contaminantes incluye? ¿Ha observado algún cambio en estas industrias?
–          Si la respuesta es negativa, ¿le gustaría que lo hubiera? ¿Qué industrias le gustaría que incluyera?

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