«Dos mujeres me sujetaron las piernas y las manos tan fuertemente que no podía moverme. Aunque desde el fondo podía oír que las mujeres cantaban y sentía que estaban celebrando mi dolor, la verdadera razón de los cantos era suavizar los gritos para que nadie pudiera oírme llorar. Entonces sentí un dolor muy agudo entre mis piernas. Este fue un momento decisivo en mi vida. El dolor que sentí no puede ser descrito; el solo recordarlo me produce escalofríos». – Kezia Bianca, YMCA de Kenia.
El 20 de diciembre de 2012 la Asamblea General de la ONU aprobó la resolución A/RES/67/146 en la que se hace un llamado «a los Estados, a la sociedad civil del sistema de las Naciones Unidas, y a todos los interesados, para que continúen celebrando el día 6 de febrero como el Día Internacional de Tolerancia Cero Contra la Mutilación Genital Femenina».
Más de 140 millones de mujeres y niñas se vieron afectadas durante el siglo 20 por la horrible práctica de la Mutilación Genital Femenina (MGF). Cada año, más de 3 millones más están en riesgo. Esto significa 8,000 niñas por día! A menudo, la MGF se traduce en un daño psicológico irreparable y conduce a infecciones graves y, a veces, incluso a la muerte.
Muchos creen que este tema únicamente atañe a África. Pero su alcance es mundial. El Parlamento Europeo estima que 500,000 mujeres y niñas que viven en Europa actualmente sufren las consecuencias de la MGF. Incluso, se han encontrado algunos casos de MGF en América Latina y en Asia.
En una Declaración Interinstitucional, el ACNUDH, ONUSIDA, PNUD, UNECA, UNESCO, UNFPA, ACNUR, UNICEF, UNIFEM y la OMS, confirman que la práctica de la MGF está disminuyendo en todo el mundo. Aunque el número exacto de casos no se conoce, muchos de los que solían practicar la MGF los han documentado al dejar la práctica por completo. (Para acceder al texto completo de la Declaración por favor presiones aquí).
Muchos países alrededor del mundo han llegado incluso a tener que declarar específicamente la práctica de la MGF como ilegal. En África, 18 países han promulgado leyes específicas contra la MGF que van más allá de los cargos por asalto. En 12 países industrializados que tienen inmigrantes que proceden de países donde es común la practican de la MGF, también se han promulgado leyes contra la MGF.
La MGF ha sido utilizada a lo largo de la historia para limitar la actividad sexual femenina. Antiguas civilizaciones como los egipcios, los aborígenes australianos y las tribus africanas, han utilizado la MGF para eliminar el clítoris. Sin embargo, Kezia se lamenta de que los valores son el mejor control de la actividad sexual, «Mi comunidad practica la MGF de tipo uno, que es la extirpación parcial o total del clítoris, porque creen que el clítoris es impuro ya que conduce a la vida sexual activa. Me opongo firmemente a esto y creo que el abstenerse de tener relaciones sexuales antes del matrimonio tiene que ver con la propia actitud y con los propios valores, y que no tiene nada que ver con la ablación del clítoris». (Para acceder a la historia completa de Kezia Bianca, por favor presione aquí).
Las complicaciones de esta extirpación son tanto de corto como de largo plazo. En el corto plazo, reina el dolor intenso y las molestias asociadas. En el largo plazo, las complicaciones se agravan con la MGF ya que se sufre de reiteradas infecciones urinarias, infecciones del tracto reproductivo, infertilidad, obstrucción del flujo menstrual e incluso de obstrucción en el momento del parto. Los efectos psicológicos también han sido documentados. (Para obtener mayor información sobre las complicaciones físicas y psicológicas de la MGF, por favor presione aquí).
Para obtener mayor información sobre la MGF y cómo usted puede ayudar, por favor visite los diferentes enlaces que se ofrecen a lo largo de este documento, o también puede consultar las páginas web de:
Las Naciones Unidas – Women Watch o la Organización Mundial de la Salud – Página de la MGF
Para colaborar en ponerle fin a la práctica de la MGF a nivel mundial o en su país, le sugerimos que primero visite el sitio web de las Naciones Unidas y de la OMS y en seguida se ponga en contacto con Organizaciones sin Fines de Lucro (ONGs) en su área o país de interés.
Sea pro-activo/a, asegúrese de investigar a la organización antes de comprometerse a dar una donación u ofrecerse como voluntario/a.